TEXTOS FOLCLÓRICOS
Si ninguna duda, puedo decir, que este ha sido el bloque que
más me ha gustado de los cinco que hemos podido ver. No solo por el contenido
en sí, sino por acercarme de nuevo a mi infancia, a cuando me pasaba horas
jugando en los recreos y leyendo antes de dormir con mi padre.
Nada más empezar el bloque, pude darme cuenta de lo poco que
sabía acerca de los cuentos folclóricos, ya que solo conocía las versiones
llevadas al cine. Sin embargo, me ha gustado muchísimo descubrir cómo surgían
estas historias, y cómo se han ido transmitiendo oralmente a lo largo de tantos
años, adaptándose a las necesidades que iba teniendo la sociedad.
Cada vez que se nos contaba un cuento en clase, descubría
algo nuevo que nunca me hubiera imaginado, lo que, por supuesto, lo hacía aun
más interesante de lo que ya era.
Creo que es muy importante crear conciencia en los niños
sobre el folclore, ya que es algo que nos rodea en nuestra vida diaria y no
podemos dejar que se pierda, ya que lleva siglos con nosotros.En este punto,
podemos decirles que son textos que han llegado a nosotros gracias a que ha habido
gente que se molestó en recogerlos por escrito, como Perrault, Hermanos Grimm y
Andersen, aunque con los niños no se entre en profundidad en este tema.
Cuando en el futuro yo tenga mi propia clase, estoy segura
de que dedicaremos tiempo a contar cuentos folclóricos, a crear nuestros
propios títeres de cachiporra y a seguir cantando las canciones de los juegos
infantiles.
Aprender a hacer correctamente las adaptaciones, creo que
es, a nivel profesional, lo más positivo que he aprendido en este bloque, ya
que la verdad, nunca antes me había parado a pensar sobre cómo se hace una
adaptación, o que textos están adaptados y cuáles no. Desde luego es algo que
como profesores, tenemos que tener muy en cuenta.
Tras haber visto esto, me he dado cuenta de lo poco que se
trabajan los textos folclóricos en los colegios. En mi opinión, dedicar algún
ratito a la semana para hacer un cuentacuentos, ya sea con nosotros mismos, o
con uno profesional, y que los niños escuchen, se imaginen la historia,
consigan identificarse con ellas, etc., no es en absoluto un tiempo perdido,
sino todo lo contrario. ¿A qué niño no le gusta sentarse a escuchar cuentos?
Incluso podríamos dejar que cada día un niño cuente un cuento de los que se
sepa, creando un mayor interés en ellos.
De la misma manera lo podríamos hacer con las canciones
infantiles, canciones que a todos nos han cantado desde pequeños, y que ahora
nosotros cantamos a los niños.
Tener una biblioteca folclórica, y un cancionero folclórico,
es una idea que me gusta especialmente como recurso dentro de un aula, y más si
se va formando con las aportaciones de los propios alumnos.
Por último, decir que en mi clase de prácticas, si veo que
los textos tradicionales tienen cierta importancia para los niños, ya que en su
biblioteca de aula, tienen varios cuentos folclóricos adaptados, como
Caperucita Roja o el Flautista de Hamelín entre otros, y son de los libros más
leídos en su tiempo de lectura.
Muy bien. Te has centrado en los cuentos más que ne nada. Seguro que si revisas tu propio blog, podrás profundizar un poquito más sobre este tema.
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