REFLEXIÓN

BLOQUE I
LITERATURA INFANTIL

Con este primer tema comenzamos el curso. Tengo que reconocer que cuando vi las asignaturas para este año, la de literatura no era de las que más interés me daban, ya que cómo vimos el primer día, teníamos un concepto equivocado de qué es realmente literatura. Para mí, era estudiar fechas, autores y obras, algo que terminé detestando en la E.S.O y en Bachiller.

Una de las cosas que sin duda me sorprendió más, es lo fina que es la línea entre literatura y paraliteratura, algo que desconocía totalmente. Sin duda, las primeras clases me sirvieron para darme cuenta de lo mal que nos habían enseñado todo lo relacionado con esto.

Desde luego, lo que más he aprendido en este bloque, es lo importante que va a ser mi trabajo a la hora de crear el gusto por leer y por la literatura en general a los niños. Según la forma en que se trabaje vamos a conseguirlo o todo lo contrario. Tenemos que presentarles la lectura como lo que realmente es, es decir, algo divertido, y no como algo que se tenga que hacer por obligación y por imposición.

Me parece muy importante que los niños conozcan todo tipo de textos, que vean tanto los literarios como los que no, enseñárselos y que sepan reconocerlos, pero no por ello se los tenemos que presentar de una forma aburrida, siempre podemos utilizar recursos y juegos para hacérselo más atractivo.

Tampoco debemos olvidar que hay mucha literatura que se usa hoy en día para niños, cuando realmente estaba escrita y pensada para adultos. Con esto quiero decir que con los niños debemos trabajar la literatura infantil, es decir, la que realmente está pensada y escrita para los niños, teniendo en cuenta sus gustos y sus intereses según la edad y el proceso evolutivo en el que se encuentran.

Como profesores debemos de hacerles ver que no de todas las lecturas tienen que sacar enseñanzas, de todas aprendemos algo nuevo, pero el objetivo al leer es disfrutar y no aprender.

A los niños debemos explicarles que hay tres tipos de géneros literarios: prosa, poesía y teatro. Nuestro objetivo, como bien he dicho antes, es que conozcan los tres y disfruten con los tres. De nosotros depende el hacerlo de una forma divertida.

Algunos de los recursos que podemos utilizar son: visitas al teatro a ver obras pensadas para ellos, representaciones en el aula, invitar a los autores al colegio y que los conozcan, juegos, etc.

Los tres géneros nos pueden dar mucho juego a la hora de trabajarlos en clase, y con todos ellos podemos conseguir que los niños se lo pasen realmente bien.

Por último, y casi lo más importante que he aprendido con este bloque, es saber cómo elegir correctamente los libros que son adecuados para los niños. Si a un niño de 8 años le damos un libro pensado para otro de 12, es lógico que el niño se aburra y no quiera leerlo.

Tenemos que tener muy en cuenta cuales son los intereses de los niños de nuestra clase y que cada edad tiene su momento. Para mí, la mejor manera de trabajar la lectura con los niños, es darles una amplia selección de libros y que ellos puedan escoger el que más les atraiga en un primer momento, y que si al empezarlo ven que no les gusta, puedan dejar de leerlo.

No debemos olvidar que uno de los aspectos más importantes para que a todos nos guste un libro, es que nos identifiquemos con algún personaje o seamos capaces de ponernos en su lugar, y vivirlo como auténticos protagonistas.

Respecto a cómo he visto yo que se trabaja la literatura en mi clase de prácticas, puedo decir que la prosa se trabaja a través de los cuentos que vienen en el libro de texto, los cuales en su mayoría tienen intención didáctica para aprender los nuevos conceptos que se trabajan en la unidad. Tienen otro libro aparte de lectura del cual leen un capitulo cada semana con diferentes historias. También tienen un plan lector en el que al entrar en clase por las mañanas, después del recreo, al entrar por las tardes y cuando han terminado la tarea y no tienen nada que hacer, tienen que leer 5 minutos. Cada uno debemos pensar si es la mejor forma de trabajarlo, para mí, personalmente creo que no, porque no leen realmente, ni les da tiempo a comprenderlo o a seguir el hilo de la historia.

La prosa la trabajan a través de poesías: cada dos semanas los niños se estudian una poesía corta y divertida en sus casas y después se escoge un día y todos la recitan como si fueran profesionales. La trabajan a partir de juegos en los que tienen que hacer representaciones de lo que dicen, y con esto he podido comprobar que los niños se lo pasan muy bien y les encanta recibir las poesías para aprendérselas.

Con el teatro, y hasta ahora, solo he visto que se trabajara al ir a ver la obra de “El flautista de Hamelín”, por lo que no puedo comentar gran cosa aparte de que en mi opinión, deberían hacer pequeños diálogos con sus representaciones de vez en cuando.

Por lo tanto, y para concluir, con este tema con el que empezamos el curso, me ha servido para darme cuenta de que cómo a mí me han enseñado no es la mejor forma, y que yo debo trabajarlo de una manera totalmente diferente.

Aquí os dejo una frase que tienen colgada en el colegio y que me gusta especialmente:

“PARA VIAJAR LEJOS, NO HAY MEJOR NAVE QUE UN LIBRO” Emily Dickinson